Trinci
La historia de la Torrefazione Trinci comienza en Florencia en 1939. Es gestionada por Ercole Trinci que, unos años después, decide mudar el tostadero a Pistoia. En 1971 Andrea entra en la empresa y decide continuar tostando con madera que le da al café un aroma distinto. En 1982 Andrea y su hermana Chiarar deciden abrir una vinoteca. En una era dorada para la enología italiana, los Trinci aprovechan el mercado del vino para ofrecer su café a distintos restaurantes italianos. Todo va bien hasta que en 1992 Andrea decide vender la empresa a un grupo industrial para garantizar a su café presencia internacional. Andrea sigue en la empresa como consultor de calidad.
Los siguientes diez años no son sencillos. con satisfacciones como cuando su café se sirve a los ministros del G8 pero también desavenencias.
En 2002 la nostagia de ser un artesano de nuevo le hace comenzar de cero: encuentra un local de cien metros cuadrados en Cascine di Buti, una pequeño pueblo en los alrededores de Pisa y abre su taller.
La poca visibilidad del local es un reto, pero el interés de la prensa por su trabajo le hace recuperar clientes antiguos y ganar nuevos. Unos meses más tarde un amigo, importador de cacao, le mete en una nueva aventura: el chocolate artesano. Andrea pasa mucho tiempo experimentando hasta que después de un año encuentra lo que buscaba: un chocolate, con un sabor fuerte, obtenido con un nuevo método.
Su último reto es la colaboración con Slow Food. Unido al movimiento desde 1988, Andrea está involucrado en un nuevo proyecto que le está dando muchas satisfacciones: enseñar a tostar el café de Huhuetenango (Guatemala) a algunos reclusos de la prisión de Le Vallette en Turín. Gestionada por la cooperativa Pausa Café, el tostadero de la carcel emplea a convictos que deben lidiar no solo con tostar el café sino también con el empaquetado, la gestión del almacén, la limpieza, el mantenimiento de la maquinaria...
Más información sobre la Torrefazione Trinci:
Viaje a Torrefazione Trinci de un usuario de forocafe.es
